Cuando me inicie en los caminos de Dios y empecé a vivir como cristiano, recuerdo que una de las primeras invitaciones que realizó el Pastor de la congregación fue a que todos los miembros de la iglesia iniciáramos un periodo de “Ayuno”
Quede impávido, yo no tenía (y quizás a usted le esté pasando lo mismo) ni la más mínima idea de ¿qué era un ayuno?, de ¿cómo se hace un ayuno?, y de ¿que persigue y/o que trae a nuestras vidas hacer un ayuno?
Pues en este estudio, usted va a tener la valiosa oportunidad de aprender los principios del ayuno y lo más importante: después Usted va a poder enseñar a otros, todo lo que debe saber del ayuno y entenderá por qué hoy día considero que el ayuno es “La Llave de lo Imposible”
Quede impávido, yo no tenía (y quizás a usted le esté pasando lo mismo) ni la más mínima idea de ¿qué era un ayuno?, de ¿cómo se hace un ayuno?, y de ¿que persigue y/o que trae a nuestras vidas hacer un ayuno?
Pues en este estudio, usted va a tener la valiosa oportunidad de aprender los principios del ayuno y lo más importante: después Usted va a poder enseñar a otros, todo lo que debe saber del ayuno y entenderá por qué hoy día considero que el ayuno es “La Llave de lo Imposible”
Se llama ayuno al acto de abstenerse total o parcialmente de comer o beber, por un periodo de tiempo determinado. (Ayuno - Wikipedia, la enciclopedia libre) ¡Así de simple!
Si yo le digo a usted ¿Qué le parece si dejamos de comer por un día? Lo más seguro es que usted piense que yo he perdido la cordura. ¡Y no es para menos!
El hombre tiene requerimientos nutricionales y alimenticios concretos que son fundamentales para su subsistencia, para ello necesita comer tres veces al día y consumir al menos un 70% de líquidos para mantenerse hidratado. Hay incluso estudios que hablan de que la comida más importante del día es el desayuno por tanto usted en obediencia, no sale de casa sin desayunar; y existen personas que se sienten desfallecer y hasta les da “dolor de cabeza” sí no se toman al comenzar el día, una taza de café. (Yo me incluyo en esta última)
Y por otro lado, al uno hablar de abstenerse de comer, uno no puede dejar de pensar y ser indiferente con las terribles hambrunas que existen en distintas partes del mundo, lugares donde mueren a diario por desnutrición cantidad de niños, jóvenes, mujeres y ancianos. Todo ello por la inanición producto de la falta oportuna del consumo de alimentos, ya sea por razones económicas, políticas o bélicas.
Aquí debo hacer un alto para hablarle desde el fondo de mi corazón como cristiano. No deje nunca de incluir en sus oraciones a quienes sufren de hambre en el mundo para que el Señor en su infinita misericordia, alivie su padecimiento donde quiera que estén. Usted es un bendecido por llevar y por tener comida en su mesa, por tanto, al santificar todo alimento que lleva a su boca, hágalo con un profundo y verdadero sentido de agradecimiento a Dios, agradezca la provisión y de gracias por tener para saciar su hambre y su sed.
Si yo le digo a usted ¿Qué le parece si dejamos de comer por un día? Lo más seguro es que usted piense que yo he perdido la cordura. ¡Y no es para menos!
El hombre tiene requerimientos nutricionales y alimenticios concretos que son fundamentales para su subsistencia, para ello necesita comer tres veces al día y consumir al menos un 70% de líquidos para mantenerse hidratado. Hay incluso estudios que hablan de que la comida más importante del día es el desayuno por tanto usted en obediencia, no sale de casa sin desayunar; y existen personas que se sienten desfallecer y hasta les da “dolor de cabeza” sí no se toman al comenzar el día, una taza de café. (Yo me incluyo en esta última)
Y por otro lado, al uno hablar de abstenerse de comer, uno no puede dejar de pensar y ser indiferente con las terribles hambrunas que existen en distintas partes del mundo, lugares donde mueren a diario por desnutrición cantidad de niños, jóvenes, mujeres y ancianos. Todo ello por la inanición producto de la falta oportuna del consumo de alimentos, ya sea por razones económicas, políticas o bélicas.
Aquí debo hacer un alto para hablarle desde el fondo de mi corazón como cristiano. No deje nunca de incluir en sus oraciones a quienes sufren de hambre en el mundo para que el Señor en su infinita misericordia, alivie su padecimiento donde quiera que estén. Usted es un bendecido por llevar y por tener comida en su mesa, por tanto, al santificar todo alimento que lleva a su boca, hágalo con un profundo y verdadero sentido de agradecimiento a Dios, agradezca la provisión y de gracias por tener para saciar su hambre y su sed.
Esto no se trata de un sistema para depurar su sistema digestivo o peor aún, como he escuchado decir que se trata de una dieta a la que llaman: “La dieta de Daniel”. Que banal, intrascendente e insignificante trata de convertir el incrédulo, las profundas verdades de las sagradas escrituras.
No podemos ver el acto del ayuno, como una actividad simplemente terrenal o un simple evento de abstinencia que se hace en lo natural. No se trata meramente de dejar de comer o de pasar hambre.
El acto de ayunar es: una responsabilidad espiritual que se asume con la firme disposición de agradar a Dios y que este interceda a favor de usted.
Así es, hay una implicación espiritual que sobrepasa todo entendimiento. Porque no es el hecho de dejar de comer lo que agrada a Dios, es lo que este hecho impacta dentro del mundo espiritual, verdaderamente se estremecen los muros más altos, las montañas más firmes. ¡Porque nada es imposible para Dios!
No podemos ver el acto del ayuno, como una actividad simplemente terrenal o un simple evento de abstinencia que se hace en lo natural. No se trata meramente de dejar de comer o de pasar hambre.
El acto de ayunar es: una responsabilidad espiritual que se asume con la firme disposición de agradar a Dios y que este interceda a favor de usted.
Así es, hay una implicación espiritual que sobrepasa todo entendimiento. Porque no es el hecho de dejar de comer lo que agrada a Dios, es lo que este hecho impacta dentro del mundo espiritual, verdaderamente se estremecen los muros más altos, las montañas más firmes. ¡Porque nada es imposible para Dios!
Cuando usted logra dominar su “yo” y consigue abstenerse de aquello que le es tan vital como el alimento, entonces Dios ve en Usted, a una persona dispuesta a cualquier cosa por él.
Es por ello, que el Ayuno lo eleva a Usted a estar en la presencia de Dios y hablar con él “cara a cara”. Estamos acostumbrados a que Dios nos maraville con todo lo que él hace, pero imagínese lograr que Dios se maraville con lo que usted puede hacer por él, eso es lo máximo.
Cuando usted Ayuna, está colocando a Dios de Primero, por encima de todo, incluso de lo que su cuerpo le pide y está venciendo lo que el mundo le da, está dejando todo lo demás en un segundo plano. ¡Y eso agrada a Dios!
El abstenerse a comer le fortalece frente a la debilidad del deseo. Lo que usted logra cuando vence los apetitos de la carne y doblega la necesidad, venciendo con autoridad el hambre y la sed, lo llevan a Usted a otro nivel de entendimiento con Dios.
Entonces, con el Ayuno usted persigue vencer la carne, porque al vencer al mundo usted crece en espíritu, y cuando usted crece espiritualmente, se acerca más a Dios.
Un ayuno es tan poderoso que puede desatar ligaduras y traerle liberación a su vida. Estas no solo están vinculadas a los vicios o los pecados de la carne. Una ligadura puede estar relacionada a estrategias del enemigo para dominar su mente o su espíritu, y se levantan en su vida como enormes murallas que le convencen de que no tenemos poder para revertir tales situaciones.
En el libro de Isaías, se habla de “el verdadero ayuno” que persigue la liberación sobre estas ataduras, allí se dice: “El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?” Isaías 58:6
El enemigo es especialista en trabajar sobre lo que usted piensa. Constantemente le invade con tentaciones y logra forjar cadenas sobre usted, esclavizándolo a sus debilidades y a los malos hábitos. Sobre la tentación el apóstol Pablo nos recordaba lo siguiente: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” 1 Corintios 10: 13
Más adelante le explicare un poco más sobre la fuerza del ayuno sobre las ligaduras y ataduras forjadas por la tentación del enemigo y la salida que Dios nos da.
Es por ello, que el Ayuno lo eleva a Usted a estar en la presencia de Dios y hablar con él “cara a cara”. Estamos acostumbrados a que Dios nos maraville con todo lo que él hace, pero imagínese lograr que Dios se maraville con lo que usted puede hacer por él, eso es lo máximo.
Cuando usted Ayuna, está colocando a Dios de Primero, por encima de todo, incluso de lo que su cuerpo le pide y está venciendo lo que el mundo le da, está dejando todo lo demás en un segundo plano. ¡Y eso agrada a Dios!
El abstenerse a comer le fortalece frente a la debilidad del deseo. Lo que usted logra cuando vence los apetitos de la carne y doblega la necesidad, venciendo con autoridad el hambre y la sed, lo llevan a Usted a otro nivel de entendimiento con Dios.
Entonces, con el Ayuno usted persigue vencer la carne, porque al vencer al mundo usted crece en espíritu, y cuando usted crece espiritualmente, se acerca más a Dios.
Un ayuno es tan poderoso que puede desatar ligaduras y traerle liberación a su vida. Estas no solo están vinculadas a los vicios o los pecados de la carne. Una ligadura puede estar relacionada a estrategias del enemigo para dominar su mente o su espíritu, y se levantan en su vida como enormes murallas que le convencen de que no tenemos poder para revertir tales situaciones.
En el libro de Isaías, se habla de “el verdadero ayuno” que persigue la liberación sobre estas ataduras, allí se dice: “El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?” Isaías 58:6
El enemigo es especialista en trabajar sobre lo que usted piensa. Constantemente le invade con tentaciones y logra forjar cadenas sobre usted, esclavizándolo a sus debilidades y a los malos hábitos. Sobre la tentación el apóstol Pablo nos recordaba lo siguiente: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” 1 Corintios 10: 13
Más adelante le explicare un poco más sobre la fuerza del ayuno sobre las ligaduras y ataduras forjadas por la tentación del enemigo y la salida que Dios nos da.
Como le explicaba, cada vez que usted ayuna el mundo espiritual se estremece, se sacude, se agita, tiembla. Porque al ayunar Dios está tan maravillado de Usted, que detiene TODO sólo para escucharle.
Porque el Ayuno va acompañado de adoración, de alabanzas y de mucha oración al Señor. Es un tiempo para clamar, para pedir a Dios todo aquello que anhela su corazón. No necesariamente tiene que ser material, en ayuno se pide por sanidad, por milagros, por amor, por la familia, por crecimiento espiritual, por entendimiento, por sabiduría, por el cautivo, por el atormentado, por todo aquello que le resulta imposible.
Y usted puede en ese momento de conexión tan especial con el Señor, pedirle que mueva una montaña y tenga la seguridad que Dios la moverá.
Esto me recuerda dos juramentos que hizo Jesús a los hombres, que no sólo están referidos a un simple acto de fe (que está de más decir, que usted debe tener en cantidades industriales) sino que están más inclinados a lo que se pide en oración y a nombre de quien se debe pedir; estas dos promesas son:
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” Marcos 11:23-24
Si usted examina lo que aquí Jesús le hablo, podrá entender que aparte de “creer”, le dice: que todo lo que se pide en oración Usted debe tener la certeza que lo recibirá e incluso le indica: que NADA es imposible, porque usted puede pedir que el mar se abra en dos, o una montaña se mueva y caiga al mar sólo si su corazón lo cree, y si lo pide orando, se hará.
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” Juan 14:13-14
En este versículo Jesús se compromete, a hacer TODO lo que se pida a Dios, en su nombre.
Cuando uno entiende estas promesas de Jesús, uno se da cuenta, que a veces no se cumplen las cosas que pedimos porque no sabemos pedir a Dios cuando oramos. En Santiago 4:3 dice: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Puede que sea un tema de fe, pero voy a dejar esa llave en sus manos para su meditación.
Porque el Ayuno va acompañado de adoración, de alabanzas y de mucha oración al Señor. Es un tiempo para clamar, para pedir a Dios todo aquello que anhela su corazón. No necesariamente tiene que ser material, en ayuno se pide por sanidad, por milagros, por amor, por la familia, por crecimiento espiritual, por entendimiento, por sabiduría, por el cautivo, por el atormentado, por todo aquello que le resulta imposible.
Y usted puede en ese momento de conexión tan especial con el Señor, pedirle que mueva una montaña y tenga la seguridad que Dios la moverá.
Esto me recuerda dos juramentos que hizo Jesús a los hombres, que no sólo están referidos a un simple acto de fe (que está de más decir, que usted debe tener en cantidades industriales) sino que están más inclinados a lo que se pide en oración y a nombre de quien se debe pedir; estas dos promesas son:
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” Marcos 11:23-24
Si usted examina lo que aquí Jesús le hablo, podrá entender que aparte de “creer”, le dice: que todo lo que se pide en oración Usted debe tener la certeza que lo recibirá e incluso le indica: que NADA es imposible, porque usted puede pedir que el mar se abra en dos, o una montaña se mueva y caiga al mar sólo si su corazón lo cree, y si lo pide orando, se hará.
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” Juan 14:13-14
En este versículo Jesús se compromete, a hacer TODO lo que se pida a Dios, en su nombre.
Cuando uno entiende estas promesas de Jesús, uno se da cuenta, que a veces no se cumplen las cosas que pedimos porque no sabemos pedir a Dios cuando oramos. En Santiago 4:3 dice: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Puede que sea un tema de fe, pero voy a dejar esa llave en sus manos para su meditación.
Si Usted sabe usar las “Llaves del Reino” que Jesús le ha entregado, entenderá que el Ayuno es la “Llave de lo Imposible” y si aún no lo sabe, acá le daremos algunos ejemplos para que aprenda a usar esa llave.
Lo primero que debe saber, es que si usted hace Ayuno a Dios, y en Oración le pide a Dios en el nombre poderoso de Jesús sobre cualquier cosa que exista en la tierra o en el cielo, y que Usted alguna vez consideró “Imposible”, tenga la plena seguridad que eso, le será dado en el tiempo perfecto del Señor. Porque el Ayuno, es la verdadera “Llave de lo Imposible” que abre todas las puertas de lo que sea que se pida.
En la Biblia existen tres (3) grandes ayunos, que lograron lo “imposible” y son una gran enseñanza para nuestras vidas. Aquí le daremos una pequeña muestra de los beneficios que generaron estos ayunos.
El primer gran ayuno que le enseña la Biblia, es el realizado por Esther. El libro de “Esther” o “Ester” es el relato más antiguo y el más leído de toda la Biblia, su sacrificio ha trascendido todo tiempo y aún se conoce entre el pueblo Judío como el “Purim” Ester 9:18
Esther era judía, prima de Mardoqueo, esposa del Rey Asuero y por ende, Reina de Babilonia. Amán, era el consejero del Rey pero sentía un gran odio hacia Mardoqueo; su odio creció al punto de levantarse como el gran enemigo de todo el pueblo judío. Amán, valiéndose de un engaño, logró manipular al Rey Asuero para dictar una orden imperial para asesinar a todo el pueblo judío. Esther se enteró por Mardoqueo de los planes de Amán, y mando a su pueblo a ayunar durante tres días junto con ella, para pedir a Dios su intersección para salvar a todo su pueblo.
Esther logró a través del Ayuno, que la mano de Dios obrará a su favor. Dios reveló a Esther un plan para desenmascarar a Amán y le dio la sabiduría a Mardoqueo para lograr lo imposible: salvar de la muerte a todo el pueblo judío. Óigase bien, Imagine la magnitud de lo que Esther hizo, que una orden imperial no podía ser revocada ni siquiera por el propio Rey y Dios le entrego por medio del ayuno, el plan para salvar a su pueblo.
Es por ello que aún se celebra entre los judíos, la fiesta del “Purim” en conmemoración “como el tiempo en que los judíos se libraron de sus enemigos, y como el mes en que su aflicción se convirtió en alegría, y su dolor en día de fiesta…” Ester 9:22
El segundo gran Ayuno que nos muestra la Biblia es el realizado por Daniel, quien se propuso “oír la voz de Dios” y por lo que ayunó durante 21 días. Daniel buscaba revelación sobre unas visiones que había tenido y Dios no sólo le escucho, le envió un Ángel para contestar su petición. Daniel 10:12
Durante este tiempo, Daniel intentaba encontrar el favor, la sabiduría y el entendimiento de Dios y su propósito lo hizo obtener un inigualable crecimiento espiritual y una profunda conexión con Dios. Los lazos con Dios fueron tan estrechos, que Daniel fue lanzado a un foso de leones y logró lo imposible, salir ileso. Daniel 6:16-26
Y el tercer y más grande de todos los Ayunos, fue el realizado por Jesús en el desierto durante 40 días y 40 noches. Lucas 4:2 Difícilmente se podrá repetir un ayuno con un propósito tan grande como el que tuvo Jesús, porque sólo él podía hacerlo. Se estaba preparando como el cordero para ser inmolado, otorgar el perdón de los pecados y la salvación del mundo.
Imagine la comunión que estableció con su Padre durante este ayuno.
Cuando Jesús anduvo en el desierto, una de las mayores aflicciones que tuvo que enfrentar fue las tentaciones del demonio, porque este pensó que el estar en ayuno había debilitado su espíritu. Entienda lo siguiente, Jesús estaba en pleno ayuno cuando estaba siendo tentado por el demonio.
Y he allí la revelación: El Ayuno le hace a Usted acreedor de la Victoria en Cristo Jesús porque Él venció por nosotros al demonio y cada una de sus tentaciones. Jesús nos otorgó en el desierto la victoria sobre las ataduras de la tentación por medio de La Llave de lo Imposible: El Ayuno.
El ayuno es la salida que Dios le da al que está siendo tentado. La salida de la que el apóstol Pablo hacia referencia.
Quizás no recuerda o no conoce, la historia del muchacho que estaba endemoniado y le fue llevado a Jesús ya que los apóstoles no habían podido sanarlo. Jesús reprendió al demonio y lo saco del cuerpo del joven devolviéndole la salud. Los apóstoles se acercaron luego a Jesús y le preguntaron: “… ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?” Mateo 17:19
Jesús les respondió, luego de recriminarles por su poca fe: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:21
¡Imagine Usted la clase de Llave que Dios le otorgó!
Lo primero que debe saber, es que si usted hace Ayuno a Dios, y en Oración le pide a Dios en el nombre poderoso de Jesús sobre cualquier cosa que exista en la tierra o en el cielo, y que Usted alguna vez consideró “Imposible”, tenga la plena seguridad que eso, le será dado en el tiempo perfecto del Señor. Porque el Ayuno, es la verdadera “Llave de lo Imposible” que abre todas las puertas de lo que sea que se pida.
En la Biblia existen tres (3) grandes ayunos, que lograron lo “imposible” y son una gran enseñanza para nuestras vidas. Aquí le daremos una pequeña muestra de los beneficios que generaron estos ayunos.
El primer gran ayuno que le enseña la Biblia, es el realizado por Esther. El libro de “Esther” o “Ester” es el relato más antiguo y el más leído de toda la Biblia, su sacrificio ha trascendido todo tiempo y aún se conoce entre el pueblo Judío como el “Purim” Ester 9:18
Esther era judía, prima de Mardoqueo, esposa del Rey Asuero y por ende, Reina de Babilonia. Amán, era el consejero del Rey pero sentía un gran odio hacia Mardoqueo; su odio creció al punto de levantarse como el gran enemigo de todo el pueblo judío. Amán, valiéndose de un engaño, logró manipular al Rey Asuero para dictar una orden imperial para asesinar a todo el pueblo judío. Esther se enteró por Mardoqueo de los planes de Amán, y mando a su pueblo a ayunar durante tres días junto con ella, para pedir a Dios su intersección para salvar a todo su pueblo.
Esther logró a través del Ayuno, que la mano de Dios obrará a su favor. Dios reveló a Esther un plan para desenmascarar a Amán y le dio la sabiduría a Mardoqueo para lograr lo imposible: salvar de la muerte a todo el pueblo judío. Óigase bien, Imagine la magnitud de lo que Esther hizo, que una orden imperial no podía ser revocada ni siquiera por el propio Rey y Dios le entrego por medio del ayuno, el plan para salvar a su pueblo.
Es por ello que aún se celebra entre los judíos, la fiesta del “Purim” en conmemoración “como el tiempo en que los judíos se libraron de sus enemigos, y como el mes en que su aflicción se convirtió en alegría, y su dolor en día de fiesta…” Ester 9:22
El segundo gran Ayuno que nos muestra la Biblia es el realizado por Daniel, quien se propuso “oír la voz de Dios” y por lo que ayunó durante 21 días. Daniel buscaba revelación sobre unas visiones que había tenido y Dios no sólo le escucho, le envió un Ángel para contestar su petición. Daniel 10:12
Durante este tiempo, Daniel intentaba encontrar el favor, la sabiduría y el entendimiento de Dios y su propósito lo hizo obtener un inigualable crecimiento espiritual y una profunda conexión con Dios. Los lazos con Dios fueron tan estrechos, que Daniel fue lanzado a un foso de leones y logró lo imposible, salir ileso. Daniel 6:16-26
Y el tercer y más grande de todos los Ayunos, fue el realizado por Jesús en el desierto durante 40 días y 40 noches. Lucas 4:2 Difícilmente se podrá repetir un ayuno con un propósito tan grande como el que tuvo Jesús, porque sólo él podía hacerlo. Se estaba preparando como el cordero para ser inmolado, otorgar el perdón de los pecados y la salvación del mundo.
Imagine la comunión que estableció con su Padre durante este ayuno.
Cuando Jesús anduvo en el desierto, una de las mayores aflicciones que tuvo que enfrentar fue las tentaciones del demonio, porque este pensó que el estar en ayuno había debilitado su espíritu. Entienda lo siguiente, Jesús estaba en pleno ayuno cuando estaba siendo tentado por el demonio.
Y he allí la revelación: El Ayuno le hace a Usted acreedor de la Victoria en Cristo Jesús porque Él venció por nosotros al demonio y cada una de sus tentaciones. Jesús nos otorgó en el desierto la victoria sobre las ataduras de la tentación por medio de La Llave de lo Imposible: El Ayuno.
El ayuno es la salida que Dios le da al que está siendo tentado. La salida de la que el apóstol Pablo hacia referencia.
Quizás no recuerda o no conoce, la historia del muchacho que estaba endemoniado y le fue llevado a Jesús ya que los apóstoles no habían podido sanarlo. Jesús reprendió al demonio y lo saco del cuerpo del joven devolviéndole la salud. Los apóstoles se acercaron luego a Jesús y le preguntaron: “… ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?” Mateo 17:19
Jesús les respondió, luego de recriminarles por su poca fe: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:21
¡Imagine Usted la clase de Llave que Dios le otorgó!
Usted debe tener en claro que para iniciar un Ayuno, debe tener definido un propósito. Un ayuno sin un propósito claro es simplemente pasar hambre.
Una vez establecido cual va a ser su propósito, yo recomiendo de forma muy particular, pedir dirección al Espíritu Santo para saber previamente, cuál va a ser el periodo y la duración que requiere de ayuno su propósito.
Quizás sea suficiente una mañana, o un día hasta entrada la noche. Puede que requiera de una mañana pero por un periodo de siete días. O de un día hasta la tarde pero por tres días. Como puede ver, existen muchas formas por tanto solo la dirección del Espíritu Santo le hará saber cuánto tiempo necesita para alcanzar su comunión con Dios o incluso si debe extender el ayuno por un periodo de tiempo más.
Teniendo ya claro estos dos fundamentos, es momento de iniciar el Ayuno. Como usted ha podido entender, el Ayuno persigue una conexión con Dios y es por ello que debo advertirle lo que debe y lo que no debe hacer cuando se ayuna.
Imagine que usted inicia un ayuno que será de la mañana hasta el final de la tarde por un día. Ese día se levantó temprano y llevo a los niños al colegio, luego llevo a su esposa al trabajo y después se fue a la oficina donde entró a cuatro reuniones; una con sus subalternos, otra con sus proveedores, luego se reunió con su banquero y finalizó dando reportes a su jefe. De allí salió en su hora de almuerzo, pero no almorzó porque está en ayuno y se regresó a la oficina. Ya al final de la tarde, se fue a casa para entregar el ayuno a Dios, dando gracias y alabanzas al Señor.
¿Usted cree que logró el objetivo de agradar a Dios? Pues déjeme decirle que usted paso hambre por qué quiso y de antemano le digo que Dios no se agradó de su sacrificio. ¿Por qué? Porque no puso a Dios en primer lugar, así de simple. Fue más importante su cotidianidad que Dios.
Hay otros que hacen lo siguiente: tienen previsto un ayuno desde el desayuno hasta las horas de almuerzo por 21 días. El propósito es pedir por un empleo nuevo que les ayude a ganar el sustento. Entonces, pasan toda la noche frente al televisor y se levantan a las 10:30 am para iniciar el ayuno, y ya a la 1:00 pm pasada la hora del almuerzo, entregan el ayuno. Le aseguro, que así jamás conseguirá que Dios se mueva a su favor, y dudo que podrá conseguir un empleo con ese accionar.
Un ayunó es como le decía al principio: una responsabilidad espiritual que se asume con la firme disposición de agradar a Dios para que este, interceda a favor de Usted. Por tanto no se debe tomar a la ligera. No es un acto cualquiera, hay que Impactar con contundencia en lo espiritual. ¡Dar el Golpe en la Mesa!
Cuando Usted vaya a realizar un Ayuno, así sea corto, de los que se hacen desde el desayuno hasta las horas de almuerzo por un solo día, no importa el tiempo. Importa que lo haga con verdadera revelación, con un corazón dispuesto, colocando a Dios en Primer Lugar.
“Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.” Santiago 4:10
Le aconsejo hacerlo cuando su tiempo pueda estar libre para el Señor, para que Él sea el primero mientras se ayuna. Prepare la atmósfera de su casa, de su entorno. Coloque música de adoración, cante y baile alabanzas al Señor. Tenga a mano el libro sagrado, porque cuando Usted empieza a Orar al Señor, el Señor le pedirá leer relatos y enseñanzas de su palabra. No se distraiga de su propósito ni tampoco se descuide de estar en la presencia de Dios.
Absténgase de todo alimento, más Usted puede permitirse el beber agua. Evite las costumbres que le hacen abrir la nevera, acercarse a la cocina o abrir la alacena. Tenga en cuenta que el demonio está presto para tentarle en cualquier momento, para hacerle flaquear, así que no le extrañe que ese día le inviten a almorzar, le lleven el desayuno a la cama, le pidan probar si el café esta amargo o le dejen los más exquisitos postres en la mesa.
Trate de abrir sus ojos, oídos, boca, todos sus sentidos espirituales, trate de mantener una mente abierta para recibir lo que Dios quiera darle. Conectese con Dios y haga como hizo Jacob: "No lo suelte hasta que le Bendiga". Génesis 32:26
El Señor se aprovecha de estos momentos de profunda oración. Cuando sabe que clamamos de rodillas a Él con gran devoción Él se encarga de llenar nuestras vasijas, de derramar su unción y vaciar en nuestro espíritu cosas nuevas. Deje que el Señor se glorifique en Usted y pida sin temor a Dios por lo que Usted necesita.
Utilice sabiamente la Llave que Dios le ha entregado y todas las puertas estarán siempre abiertas para Usted.
Busque siempre de Impresionar a Dios, de agradarlo. Recuerde que para Dios ¡nada le es imposible!
“¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá” Isaías 58:7-8
¡Que el Señor Bendiga su Ayunó!
Lo espero en nuestro siguiente estudio bíblico
Una vez establecido cual va a ser su propósito, yo recomiendo de forma muy particular, pedir dirección al Espíritu Santo para saber previamente, cuál va a ser el periodo y la duración que requiere de ayuno su propósito.
Quizás sea suficiente una mañana, o un día hasta entrada la noche. Puede que requiera de una mañana pero por un periodo de siete días. O de un día hasta la tarde pero por tres días. Como puede ver, existen muchas formas por tanto solo la dirección del Espíritu Santo le hará saber cuánto tiempo necesita para alcanzar su comunión con Dios o incluso si debe extender el ayuno por un periodo de tiempo más.
Teniendo ya claro estos dos fundamentos, es momento de iniciar el Ayuno. Como usted ha podido entender, el Ayuno persigue una conexión con Dios y es por ello que debo advertirle lo que debe y lo que no debe hacer cuando se ayuna.
Imagine que usted inicia un ayuno que será de la mañana hasta el final de la tarde por un día. Ese día se levantó temprano y llevo a los niños al colegio, luego llevo a su esposa al trabajo y después se fue a la oficina donde entró a cuatro reuniones; una con sus subalternos, otra con sus proveedores, luego se reunió con su banquero y finalizó dando reportes a su jefe. De allí salió en su hora de almuerzo, pero no almorzó porque está en ayuno y se regresó a la oficina. Ya al final de la tarde, se fue a casa para entregar el ayuno a Dios, dando gracias y alabanzas al Señor.
¿Usted cree que logró el objetivo de agradar a Dios? Pues déjeme decirle que usted paso hambre por qué quiso y de antemano le digo que Dios no se agradó de su sacrificio. ¿Por qué? Porque no puso a Dios en primer lugar, así de simple. Fue más importante su cotidianidad que Dios.
Hay otros que hacen lo siguiente: tienen previsto un ayuno desde el desayuno hasta las horas de almuerzo por 21 días. El propósito es pedir por un empleo nuevo que les ayude a ganar el sustento. Entonces, pasan toda la noche frente al televisor y se levantan a las 10:30 am para iniciar el ayuno, y ya a la 1:00 pm pasada la hora del almuerzo, entregan el ayuno. Le aseguro, que así jamás conseguirá que Dios se mueva a su favor, y dudo que podrá conseguir un empleo con ese accionar.
Un ayunó es como le decía al principio: una responsabilidad espiritual que se asume con la firme disposición de agradar a Dios para que este, interceda a favor de Usted. Por tanto no se debe tomar a la ligera. No es un acto cualquiera, hay que Impactar con contundencia en lo espiritual. ¡Dar el Golpe en la Mesa!
Cuando Usted vaya a realizar un Ayuno, así sea corto, de los que se hacen desde el desayuno hasta las horas de almuerzo por un solo día, no importa el tiempo. Importa que lo haga con verdadera revelación, con un corazón dispuesto, colocando a Dios en Primer Lugar.
“Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.” Santiago 4:10
Le aconsejo hacerlo cuando su tiempo pueda estar libre para el Señor, para que Él sea el primero mientras se ayuna. Prepare la atmósfera de su casa, de su entorno. Coloque música de adoración, cante y baile alabanzas al Señor. Tenga a mano el libro sagrado, porque cuando Usted empieza a Orar al Señor, el Señor le pedirá leer relatos y enseñanzas de su palabra. No se distraiga de su propósito ni tampoco se descuide de estar en la presencia de Dios.
Absténgase de todo alimento, más Usted puede permitirse el beber agua. Evite las costumbres que le hacen abrir la nevera, acercarse a la cocina o abrir la alacena. Tenga en cuenta que el demonio está presto para tentarle en cualquier momento, para hacerle flaquear, así que no le extrañe que ese día le inviten a almorzar, le lleven el desayuno a la cama, le pidan probar si el café esta amargo o le dejen los más exquisitos postres en la mesa.
Trate de abrir sus ojos, oídos, boca, todos sus sentidos espirituales, trate de mantener una mente abierta para recibir lo que Dios quiera darle. Conectese con Dios y haga como hizo Jacob: "No lo suelte hasta que le Bendiga". Génesis 32:26
El Señor se aprovecha de estos momentos de profunda oración. Cuando sabe que clamamos de rodillas a Él con gran devoción Él se encarga de llenar nuestras vasijas, de derramar su unción y vaciar en nuestro espíritu cosas nuevas. Deje que el Señor se glorifique en Usted y pida sin temor a Dios por lo que Usted necesita.
Utilice sabiamente la Llave que Dios le ha entregado y todas las puertas estarán siempre abiertas para Usted.
Busque siempre de Impresionar a Dios, de agradarlo. Recuerde que para Dios ¡nada le es imposible!
“¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá” Isaías 58:7-8
¡Que el Señor Bendiga su Ayunó!
Lo espero en nuestro siguiente estudio bíblico