La Mayor de las Ofensas
Una vez alguien me dijo:
“Todo aquello que se venere y que sea distinto a Dios es idolatría"
Este es un tema del cual he debido hablar, escribir, informar, desde hace mucho tiempo. Más allá de la experiencia o la autoridad que tengo (sin ánimo de presumir) sobre el tema de la idolatría y la veneración de imágenes, es necesario que usted se entere de los riesgos que implican su práctica. Porque venerar e idolatrar son condiciones de la naturaleza humana y a veces caemos en las telarañas del enemigo, sin darnos cuenta. Y eso, sin pretender atemorizarlo, tiene consecuencias.
Quien no ha dicho: ¡mi ídolo siempre ha sido mi padre! o ¡mi madre es mi ídolo! Quizás usted está expresando la profunda admiración que siente por sus padres, el respeto por sus enseñanzas, porque siempre han sido un ejemplo a seguir para Usted; o por los años de sacrificio que ellos hicieron para llevarlo a Usted, a ser lo que es hoy.
Eso es encomiable, verdaderamente digno de reconocimiento y admiración. Tanto es así, que Dios fue enfático en su mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da” Deuteronomio 5:16. Este es el quinto de los mandamientos que Dios entregó a Moisés en las tablas sagradas.
Pero debemos cuidar la “palabra” antes de soltarla. No podemos ni debemos confundir la “honra” con la “idolatría”; son conceptos totalmente opuestos. Tanto es así, que la honra te acerca a las bendiciones de Dios y la idolatría solo trae maldición a su vida. Lo correcto sería entonces decir: ¡mi modelo siempre ha sido mi padre! o ¡mi madre es mi ejemplo! Con estas expresiones usted está “honrando” la obra de sus padres, más no está profesando o marcando palabra de idolatría hacia ellos ¿está comprendiendo?
Por lo pronto le diré que existe una razón capital que está plasmada y determinada en la Ley de Dios y que aquí, vamos a examinar con detenimiento para ir adentrándonos en el tema.
Debo recordarle que Jehová es un Dios de orden, por tanto ¿cree usted que el orden en que los mandamientos fueron escritos por Dios es también importante? Pues yo creo que sí, ya que el orden establece siempre prioridades, jerarquías, preferencias y sobre todo determina los grados de importancia ¿entonces imagínese la importancia que tiene para Dios, que dio como 5to mandamiento, el que Usted honre a su Padre y a su Madre? Ahí le dejo esta reflexión.
Teniendo claro este criterio, pasamos a lo que Jehová nos entregó como su “primer mandato”, él nos dijo: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” Deuteronomio 5:7 ¿Por qué cree Usted que Dios escribió, “la tenencia de dioses ajenos” como su primer mandamiento?
La respuesta como siempre está plasmada en la palabra de Dios. En ella Dios nos explica: “…porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” Deuteronomio 5:9-10
Esto no está sujeto a mayor interpretación, ni cabe en él, ninguna duda razonable: Jehová es claro al expresar que él es nuestro único Dios y que es “Celoso”. Al respecto debemos aclarar el “Celo” más allá del aspecto posesivo de sospecha o inquietud sobre la persona amada como comúnmente se le conoce. El “Celo” de Dios está referido al cuidado, la diligencia, el esmero y el interés extremo que Dios pone sobre el hombre como el ser más importante de su creación, lo más sagrado, sobre usted, sobre nosotros. Y es lógico, porque Él nos hizo a su imagen y semejanza, por tanto su “Celo” hacia lo que somos y hacemos es mayor.
Y usted se preguntará ¿y que tiene que ver la idolatría con dioses ajenos? Es entonces cuando entendemos el orden de importancia que Dios ha dado a su palabra y lo que nos ha enseñado al respecto.
Si recapitulamos, entendemos que lo primero que Dios nos dijo fue: “no tengas dioses ajenos a mí”, ¿cierto? esto tiene la firme intención de fijar cuál es la posición de Dios y que te deja una única opción: “… amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” Deuteronomio 6:5 ¿Le quedó claro?
Luego vino el segundo mandato el cual complementa al primero diciendo: “No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás;…” Deuteronomio 5:8-9
Este mandato viene dado, porque Dios sabe y conoce la naturaleza del hombre, que tiende o se inclina por idolatrar aquello que es más grande que él, más poderoso que él, más fuerte que él. Dios entendió que el hombre vino a “adorar” y ciertamente, adoraba conforme a los temores de su corazón. Esa predisposición que busca entender por vista, aquello que sus ojos no logran ver, es la debilidad de la cual se aprovecha la “idolatría”: para la construcción de “imágenes”.
Los Idolatras, se valen de cualquier cosa, objeto, forma, para hacer lo que ellos llaman una “representación”, tratan de establecer o de hacerle creer que la “Imagen” es la “representación de”.
Usted no se ha puesto a pensar, que si Dios hubiese querido que le hicieran una esfinge, un monumento o un retrato ¿no se hubiese mostrado al mundo? Así podrían hacer una réplica exacta y no una imagen dejada a la imaginación. Al respecto Dios mismo advirtió a Moisés: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Éxodo 33-20.
Y es que Dios no pidió al hombre que le “representara” de ninguna forma. Por el contrario nos exhortó a no hacer imagen, e hizo hincapié en que fuera, no de “algunas cosas” sino de “nada”. Fue claro al prohibirnos en su segundo mandato de no hacer imagen alguna de “nada” que esté en la tierra y “nada” que se encuentre en los cielos. ¿De qué otra forma se puede entender?
Entonces debemos organizar lo que sabemos hasta ahora. Lo primero que debemos tener claro es que las imágenes son el inicio hacia la idolatría. Y ambos constituyen lo más aborrecible a Dios.
Voy a dejar antes de proseguir con este estudio, la enseñanza que Dios dio a Jacob con respecto a la veneración de otros dioses, la idolatría y las imágenes, que es un verdadero poema de amor. Pido al Espíritu Santo que le llene de sabiduría y discernimiento en este momento y le de revelación sobre lo que vamos a tratar. ¡Para que nunca caiga en las redes del enemigo!
Dios le explica amorosamente a Jacob, lo insensato de la idolatría:
“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?” Isaías 44:9-20
Quien no ha dicho: ¡mi ídolo siempre ha sido mi padre! o ¡mi madre es mi ídolo! Quizás usted está expresando la profunda admiración que siente por sus padres, el respeto por sus enseñanzas, porque siempre han sido un ejemplo a seguir para Usted; o por los años de sacrificio que ellos hicieron para llevarlo a Usted, a ser lo que es hoy.
Eso es encomiable, verdaderamente digno de reconocimiento y admiración. Tanto es así, que Dios fue enfático en su mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da” Deuteronomio 5:16. Este es el quinto de los mandamientos que Dios entregó a Moisés en las tablas sagradas.
Pero debemos cuidar la “palabra” antes de soltarla. No podemos ni debemos confundir la “honra” con la “idolatría”; son conceptos totalmente opuestos. Tanto es así, que la honra te acerca a las bendiciones de Dios y la idolatría solo trae maldición a su vida. Lo correcto sería entonces decir: ¡mi modelo siempre ha sido mi padre! o ¡mi madre es mi ejemplo! Con estas expresiones usted está “honrando” la obra de sus padres, más no está profesando o marcando palabra de idolatría hacia ellos ¿está comprendiendo?
Por lo pronto le diré que existe una razón capital que está plasmada y determinada en la Ley de Dios y que aquí, vamos a examinar con detenimiento para ir adentrándonos en el tema.
Debo recordarle que Jehová es un Dios de orden, por tanto ¿cree usted que el orden en que los mandamientos fueron escritos por Dios es también importante? Pues yo creo que sí, ya que el orden establece siempre prioridades, jerarquías, preferencias y sobre todo determina los grados de importancia ¿entonces imagínese la importancia que tiene para Dios, que dio como 5to mandamiento, el que Usted honre a su Padre y a su Madre? Ahí le dejo esta reflexión.
Teniendo claro este criterio, pasamos a lo que Jehová nos entregó como su “primer mandato”, él nos dijo: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” Deuteronomio 5:7 ¿Por qué cree Usted que Dios escribió, “la tenencia de dioses ajenos” como su primer mandamiento?
La respuesta como siempre está plasmada en la palabra de Dios. En ella Dios nos explica: “…porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” Deuteronomio 5:9-10
Esto no está sujeto a mayor interpretación, ni cabe en él, ninguna duda razonable: Jehová es claro al expresar que él es nuestro único Dios y que es “Celoso”. Al respecto debemos aclarar el “Celo” más allá del aspecto posesivo de sospecha o inquietud sobre la persona amada como comúnmente se le conoce. El “Celo” de Dios está referido al cuidado, la diligencia, el esmero y el interés extremo que Dios pone sobre el hombre como el ser más importante de su creación, lo más sagrado, sobre usted, sobre nosotros. Y es lógico, porque Él nos hizo a su imagen y semejanza, por tanto su “Celo” hacia lo que somos y hacemos es mayor.
Y usted se preguntará ¿y que tiene que ver la idolatría con dioses ajenos? Es entonces cuando entendemos el orden de importancia que Dios ha dado a su palabra y lo que nos ha enseñado al respecto.
Si recapitulamos, entendemos que lo primero que Dios nos dijo fue: “no tengas dioses ajenos a mí”, ¿cierto? esto tiene la firme intención de fijar cuál es la posición de Dios y que te deja una única opción: “… amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” Deuteronomio 6:5 ¿Le quedó claro?
Luego vino el segundo mandato el cual complementa al primero diciendo: “No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás;…” Deuteronomio 5:8-9
Este mandato viene dado, porque Dios sabe y conoce la naturaleza del hombre, que tiende o se inclina por idolatrar aquello que es más grande que él, más poderoso que él, más fuerte que él. Dios entendió que el hombre vino a “adorar” y ciertamente, adoraba conforme a los temores de su corazón. Esa predisposición que busca entender por vista, aquello que sus ojos no logran ver, es la debilidad de la cual se aprovecha la “idolatría”: para la construcción de “imágenes”.
Los Idolatras, se valen de cualquier cosa, objeto, forma, para hacer lo que ellos llaman una “representación”, tratan de establecer o de hacerle creer que la “Imagen” es la “representación de”.
Usted no se ha puesto a pensar, que si Dios hubiese querido que le hicieran una esfinge, un monumento o un retrato ¿no se hubiese mostrado al mundo? Así podrían hacer una réplica exacta y no una imagen dejada a la imaginación. Al respecto Dios mismo advirtió a Moisés: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Éxodo 33-20.
Y es que Dios no pidió al hombre que le “representara” de ninguna forma. Por el contrario nos exhortó a no hacer imagen, e hizo hincapié en que fuera, no de “algunas cosas” sino de “nada”. Fue claro al prohibirnos en su segundo mandato de no hacer imagen alguna de “nada” que esté en la tierra y “nada” que se encuentre en los cielos. ¿De qué otra forma se puede entender?
Entonces debemos organizar lo que sabemos hasta ahora. Lo primero que debemos tener claro es que las imágenes son el inicio hacia la idolatría. Y ambos constituyen lo más aborrecible a Dios.
Voy a dejar antes de proseguir con este estudio, la enseñanza que Dios dio a Jacob con respecto a la veneración de otros dioses, la idolatría y las imágenes, que es un verdadero poema de amor. Pido al Espíritu Santo que le llene de sabiduría y discernimiento en este momento y le de revelación sobre lo que vamos a tratar. ¡Para que nunca caiga en las redes del enemigo!
Dios le explica amorosamente a Jacob, lo insensato de la idolatría:
“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?” Isaías 44:9-20
Una imagen es una representación visual, que manifiesta la apariencia visual de un objeto real o imaginario. (Imagen - Wikipedia, la enciclopedia libre). Un ídolo es una imagen de culto que es adorado por la deidad, demonio o espíritu que contiene o representa. (Ídolo - Wikipedia, la enciclopedia libre)
Cuando a una imagen se le atribuyen propiedades extraordinarias, facultades sobrenaturales y se le empieza a reverenciar, deja de ser una imagen para convertirse en ídolo.
No hay texto que describa de mejor forma lo que son las imágenes e ídolos, como el Salmo 115 de la Biblia:
“Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos”. Salmo 115:4-8
Si usted es católico y está leyendo este estudio bíblico, en este instante, puedo imaginar que por su cabeza están pasando cantidad de pensamientos y se están levantando infinidad de cuestionamientos, sobre lo que usted siempre había creído que son las imágenes de sus templos sagrados. Yo no pretendo hacer tambalear su fe, sus credos o religión. Tampoco procuro hacer de este tema un ataque a los católicos, pero si debo hacer un llamado a los dirigentes de su Iglesia. Jamás será mi intención confrontarlo a usted por sus creencias, pero como cristiano que leo la Biblia y creo en la palabra viva de Dios escrita, debo decirle la verdad que está en ella.
Por ello lamento tener que referirme a su religiosidad, pero la palabra dice que “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” Isaías 5:20
Y es que son incontables la cantidad de símbolos, imágenes e ídolos que ha levantado la iglesia católica, como “representación” de lo que debería ser la auténtica vida cristiana. La iglesia católica gira en torno a una inmensa cantidad de “símbolos e imágenes” que son venerados sin temor a Dios.
Que si el pulpito, el confesionario, la representación de la eucaristía, la copa de oro de la comunión, el incensario y hasta la pila de agua bendita, todos son símbolos construidos para la veneración. Eso sin contar las imágenes de yeso, piedra, oro, cuadros, pinturas, vitrales y cruces de madera que existen en la iglesia católica bajo la excusa de ser una “Representación” de Dios, y a ello se agregan los falsos dioses “representados” por ángeles, santos, vírgenes y de todo aquel que hizo vida con Jesús hasta su crucifixión, resurrección y ascensión a los cielos.
Según refiere enciclopedia Wikipedia, la doctrina de la iglesia católica fue fundada por Cristo y encomendada por Jesús al Apóstol Pedro. La cabeza de la Iglesia católica es el obispo de Roma, el papa, considerado el sucesor del apóstol Pedro, quien según la tradición católica fue el primer papa. (Iglesia católica - Wikipedia, la enciclopedia libre).
Ciertamente el apóstol Pedro, fue enviado a fundar las bases de la iglesia de Cristo, Jesús dijo a Pedro: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Mateo 16:18
Y así despidió Jesús a sus apóstoles antes de subir al cielo "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" Marcos 16:15
Si Jesús mando a Pedro a "edificar" su iglesia y a los apóstoles les mando a ir por el mundo a predicar su evangelio ¿dónde dice en la palabra de Dios, que se debían construir templos con imágenes de piedra, oro, plata o arcilla?, y ¿dónde se habla de un papa o sumo pontífice en “representación” de Dios? y más aún, si así fuese, ¿dónde está la designación del apóstol Pedro para que fuese nombrado el primer papa?, ¿dónde dice además en la palabra que debes portar un crucifijo, que debes venerar santos y a la virgen María?
Al respecto debo confesarle, que yo amo y admiro la vida y abnegación de María madre de Jesús. ¡Qué gran mujer! Como hijo de Dios respeto profundamente su propósito porque fue escogida y bendita de entre todas las mujeres y sufrió enormemente por su hijo, así como entiendo la obra y sacrificio de Juan el Bautista, la importancia de Moisés, Abraham o el Apóstol Juan o Pablo. Todos ellos fueron elegidos por Dios para que se cumpliera su palabra, el verdadero propósito de Dios, no para que le veneráramos, se le encendieran velas o se les ofrezca oración. ¡Esto es un error!
Usted debe tener clara la palabra de Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:6 Es Jesús el único y verdadero camino a Dios. No son los ángeles, los santos, las vírgenes, los venerables, los hombres.
Y la culpa no ha sido suya, Usted fue engañado, como lo hicieron conmigo, con mi familia, con muchísima gente por la "iglesia católica, apostólica y romana". Han sido ellos quienes le han enseñado a blasfemar contra Dios, a transgredir su palabra y adorar dioses falsos, distintos a Dios. Un verdadero cristiano, sabe que no debemos doblar rodilla ante ninguna imagen, porque eso es idolatría. ¿Y qué es lo primero que usted hace al entrar a una iglesia católica? Se inclina de rodillas y se “persigna con la señal de la cruz”
Yo soy de los que gusta de escudriñar, buscar, investigar, indagar en la Biblia y le aseguro que no he conseguido ni una sola palabra referida a “persignarse”. ¿que señal se harían si Jesús hubiese muerto de una flecha en el corazón?, ¿tendrían entonces un arco y una flecha colgado en su cuello? Lo único que me queda por pensar es que los católicos, la iglesia católica, el vaticano y los llamados papas, son y han sido siempre bastante creativos. Y su creatividad los a llevado a la veneración de imágenes ¡Que lamentable!
Pero déjeme decirle que la creación de símbolos, imágenes, representaciones e ídolos no son exclusiva de la iglesia católica. La hechicería, el espiritismo, adivinos, magos, brujos, agoreros, santeros, todas las prácticas de ocultismo, paganas y todos los cultos diabólicos son practicantes de la idolatría por medio de sus imágenes e ídolos.
Cuando a una imagen se le atribuyen propiedades extraordinarias, facultades sobrenaturales y se le empieza a reverenciar, deja de ser una imagen para convertirse en ídolo.
No hay texto que describa de mejor forma lo que son las imágenes e ídolos, como el Salmo 115 de la Biblia:
“Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos”. Salmo 115:4-8
Si usted es católico y está leyendo este estudio bíblico, en este instante, puedo imaginar que por su cabeza están pasando cantidad de pensamientos y se están levantando infinidad de cuestionamientos, sobre lo que usted siempre había creído que son las imágenes de sus templos sagrados. Yo no pretendo hacer tambalear su fe, sus credos o religión. Tampoco procuro hacer de este tema un ataque a los católicos, pero si debo hacer un llamado a los dirigentes de su Iglesia. Jamás será mi intención confrontarlo a usted por sus creencias, pero como cristiano que leo la Biblia y creo en la palabra viva de Dios escrita, debo decirle la verdad que está en ella.
Por ello lamento tener que referirme a su religiosidad, pero la palabra dice que “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” Isaías 5:20
Y es que son incontables la cantidad de símbolos, imágenes e ídolos que ha levantado la iglesia católica, como “representación” de lo que debería ser la auténtica vida cristiana. La iglesia católica gira en torno a una inmensa cantidad de “símbolos e imágenes” que son venerados sin temor a Dios.
Que si el pulpito, el confesionario, la representación de la eucaristía, la copa de oro de la comunión, el incensario y hasta la pila de agua bendita, todos son símbolos construidos para la veneración. Eso sin contar las imágenes de yeso, piedra, oro, cuadros, pinturas, vitrales y cruces de madera que existen en la iglesia católica bajo la excusa de ser una “Representación” de Dios, y a ello se agregan los falsos dioses “representados” por ángeles, santos, vírgenes y de todo aquel que hizo vida con Jesús hasta su crucifixión, resurrección y ascensión a los cielos.
Según refiere enciclopedia Wikipedia, la doctrina de la iglesia católica fue fundada por Cristo y encomendada por Jesús al Apóstol Pedro. La cabeza de la Iglesia católica es el obispo de Roma, el papa, considerado el sucesor del apóstol Pedro, quien según la tradición católica fue el primer papa. (Iglesia católica - Wikipedia, la enciclopedia libre).
Ciertamente el apóstol Pedro, fue enviado a fundar las bases de la iglesia de Cristo, Jesús dijo a Pedro: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Mateo 16:18
Y así despidió Jesús a sus apóstoles antes de subir al cielo "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" Marcos 16:15
Si Jesús mando a Pedro a "edificar" su iglesia y a los apóstoles les mando a ir por el mundo a predicar su evangelio ¿dónde dice en la palabra de Dios, que se debían construir templos con imágenes de piedra, oro, plata o arcilla?, y ¿dónde se habla de un papa o sumo pontífice en “representación” de Dios? y más aún, si así fuese, ¿dónde está la designación del apóstol Pedro para que fuese nombrado el primer papa?, ¿dónde dice además en la palabra que debes portar un crucifijo, que debes venerar santos y a la virgen María?
Al respecto debo confesarle, que yo amo y admiro la vida y abnegación de María madre de Jesús. ¡Qué gran mujer! Como hijo de Dios respeto profundamente su propósito porque fue escogida y bendita de entre todas las mujeres y sufrió enormemente por su hijo, así como entiendo la obra y sacrificio de Juan el Bautista, la importancia de Moisés, Abraham o el Apóstol Juan o Pablo. Todos ellos fueron elegidos por Dios para que se cumpliera su palabra, el verdadero propósito de Dios, no para que le veneráramos, se le encendieran velas o se les ofrezca oración. ¡Esto es un error!
Usted debe tener clara la palabra de Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:6 Es Jesús el único y verdadero camino a Dios. No son los ángeles, los santos, las vírgenes, los venerables, los hombres.
Y la culpa no ha sido suya, Usted fue engañado, como lo hicieron conmigo, con mi familia, con muchísima gente por la "iglesia católica, apostólica y romana". Han sido ellos quienes le han enseñado a blasfemar contra Dios, a transgredir su palabra y adorar dioses falsos, distintos a Dios. Un verdadero cristiano, sabe que no debemos doblar rodilla ante ninguna imagen, porque eso es idolatría. ¿Y qué es lo primero que usted hace al entrar a una iglesia católica? Se inclina de rodillas y se “persigna con la señal de la cruz”
Yo soy de los que gusta de escudriñar, buscar, investigar, indagar en la Biblia y le aseguro que no he conseguido ni una sola palabra referida a “persignarse”. ¿que señal se harían si Jesús hubiese muerto de una flecha en el corazón?, ¿tendrían entonces un arco y una flecha colgado en su cuello? Lo único que me queda por pensar es que los católicos, la iglesia católica, el vaticano y los llamados papas, son y han sido siempre bastante creativos. Y su creatividad los a llevado a la veneración de imágenes ¡Que lamentable!
Pero déjeme decirle que la creación de símbolos, imágenes, representaciones e ídolos no son exclusiva de la iglesia católica. La hechicería, el espiritismo, adivinos, magos, brujos, agoreros, santeros, todas las prácticas de ocultismo, paganas y todos los cultos diabólicos son practicantes de la idolatría por medio de sus imágenes e ídolos.
Como ya bien sabe, la Idolatría es “la práctica religiosa en la que se rinde culto a un ídolo” (Según la Definición de Oxford Languages). Si usted ya leyó la evidencia de su servidor en esta web “Un Testimonio de Salvación”, podrá entender que tengo autoridad y conocimiento de primera mano de lo que es vivir en idolatría. Yo sé lo que es ofender a Dios.
Permítame explicarle las artimañas, tretas y artificios de las que se vale la hechicería, el espiritismo, los adivinos, magos, brujos, agoreros, santeros y todas las prácticas de ocultismo, diabólicas y paganas que usan para ganar adeptos, seguidores o partidarios e iniciarlos en la idolatría.
Porque déjeme aclararle que a “ellos” les conviene que usted sea un idolatra; porque “ellos” se aprovechan de esto, viven de esto, ganan dinero con esto y no les importa en lo absoluto lo que le pase a usted, lo que le pase a su alma, si su espíritu se pierde en las tinieblas y si su vida, y la de su herencia queda destruida en la oscuridad por la eternidad.
Lo primero que usted debe saber es que el enemigo, no pierde oportunidad para atacar su vida, atormentar al incauto y doblegar a los débiles de fe para hacerlos dóciles a sus pretensiones. Para ello envía espíritus, entidades y demonios a que hagan ese trabajo. Y esto tiene su fundamento, en la necesidad del hombre por tres cosas:
1a.- Protección: El hombre necesita buscar que algo superior le proteja. Sentirse protegido.
Es increíble la capacidad que tiene el hombre para creer con mayor facilidad en aquellas cosas que son “malas”, por encima de las cosas “buenas”. Piensan primero en la tragedia, la catástrofe, el desastre, la desgracia, el infortunio, la desdicha, la fatalidad, lo siniestro, la adversidad, los accidentes antes que en la dicha, el bienestar, la prosperidad, la ventura, la fortuna, la alegría, la bonanza, la satisfacción, la felicidad y la salvación. Y es allí donde el enemigo se da banquete. Fíjese en lo siguiente ¿Qué es lo primero que le dice un brujo, cuando usted va a las llamadas “consultas”?
La respuesta es casi que automática y cuenta con un modelo estándar para todo el mundo: “Que usted ha recibido un daño, que alguien le puso un mal, que usted porta un demonio o un muerto encima, que alguien le quiere ver muerto”.
Nunca, jamás le van a decir que usted está bien, para ellos Usted siempre tendrá “algo que lo acecha”. Y esa respuesta tiene el propósito de asustarle, amedrentarle, y que usted se vea obligado, a pedir su “Protección”. Entonces, ¿qué es lo primero que le van a ofrecer? “Protegerlo del mal”.
Como diría mi abuelita: ¿zamuro cuidando carne?
2a.- Revelación a lo desconocido: El hombre necesita saber que hay en su futuro.
El hombre ha buscado por siempre conocer todo aquello que hay en su destino, explorar lo inexplorado, expectante del porvenir, él siempre quiere saber todo lo que su falta de fe no le ha permitido entender. Una “revelación” va más allá de la adivinación o la predicción ya que persigue el conocimiento de lo que va a suceder, como, cuando y los involucrados.
La hechicería se vale de esta necesidad para mantenerlo siempre “interesado” de lo que está por suceder, y Usted debe saber que el demonio no tiene esta facultad (solo Dios conoce su destino), pero le engaña para hacerle creer que sí. El hechicero, agorero, adivino, se vale de todo tipo de artificios como cartas, lectura del tabaco, del café, de cocos y pare de contar, para hacerle creer que le “revelará su futuro”.
Como diría mi abuelita: ¡No hay peor ciego, que el que no quiere ver!
3a.- El Poder: El hombre añora tener “poder”. Sentirse poderoso, superior.
El poder le da un sentido extra de autoestima, le hace sentir “superior”. El “poder” le da la capacidad de influenciar o controlar a los demás, de repartir recompensas e impartir castigos, de estar casi por encima de las circunstancias y ser la autoridad suprema reconocida.
Que su poder le da jerarquía, y esa jerarquía le hace privilegiado. Es por ello que mientras más collares de santería tengas, mayor es tu rango. Algo así como el papa, el obispo y el sacerdote, con escalafones jerárquicos de poder como existen en el ejército, y cada uno determinado por un grado de “poder”. La brujería le vende la idea, de que Usted posee un “poder sobrenatural”, que le hace superior a cualquier mortal.
Como diría mi abuelita: ¡Dale poder a un hombre y sabrás quien es!
Estas tres necesidades del hombre: protección, revelación a lo desconocido y el poder, son las herramientas que utiliza el oscurantismo para apoderarse de usted y con ellas, arrastrarlo mansamente a un camino de idolatría devastador. Básicamente la fórmula es: infundirle temor a lo desconocido para ofrecerle protección, luego le revelan el camino que debe tomar y como evitarlo, y terminan haciendo alarde del poder que estos han alcanzado y que le aseguran Usted también tendrá si le siguen fielmente
La mayoría de los llamados “líderes religiosos” le inducen y manipulan con estas tres premisas, porque ellos viven de estos “servicios”. Y no crea usted que estos “servicios” son gratis, todos tienen costos monetarios y espirituales. A usted le van a cobrar dinero por cada protección, por cada adivinación y por cada cuota de poder. De los costos monetarios es posible que algún día se recupere, pero de los espirituales no le aseguro nada.
Ahora yo le pegunto ¿Usted cree que Dios no le protege? Conozca esta declaración de Dios: “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6 ¿quiere más protección que esta?
¿Usted cree que Dios no conoce su futuro? Entérese de esta revelación: “Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas” Proverbios 5:21 ¿quiere saber más de su futuro?
¿Usted cree que Dios no le ha entregado poder? Si no lo sabe, Jesús nos hizo esta promesa: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.” Juan 14:12 ¿quiere tener más poder que este?
Dios le ama tanto que le protege desde antes de nacer, y desde su nacimiento le entrego un camino de dicha y felicidad, porque usted representa lo más importante de su creación, por tanto le entrego poder sobre todo lo que creo. Entonces, ¿qué justificación tiene Usted para buscar otros dioses e idolatrarlos?
Jehová advirtió a Moisés así:
“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” Deuteronomio 18:9-12
Jehová advirtió a Jeremías así:
“Y vosotros no prestéis oído a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia. Porque ellos os profetizan mentira, para haceros alejar de vuestra tierra, y para que yo os arroje y perezcáis.” Jeremías 27:9-10
Es por ello que Jehová escarmienta sin clemencia al que le ofende, y más al que le sirve con Idolatría a dioses ajenos:
“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.” Deuteronomio 13:1-5
Como le decía, no se trata de atemorizarlo, sino de fortalecerlo en el conocimiento de la palabra y que esta, le haga reflexionar antes de caer en ofensa a Dios. ¿Usted quiere saber que hacer? Pues, sea fiel a Dios y renuncie a los ídolos como le aconseja la palabra:
"Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego". Deuteronomio 7:5
Un último y el más importante de los consejos: no basta con renunciar a la hechicería, la brujería y la idolatría, ¡es necesario aceptar a Dios en su vida y en su corazón!
Permítame explicarle las artimañas, tretas y artificios de las que se vale la hechicería, el espiritismo, los adivinos, magos, brujos, agoreros, santeros y todas las prácticas de ocultismo, diabólicas y paganas que usan para ganar adeptos, seguidores o partidarios e iniciarlos en la idolatría.
Porque déjeme aclararle que a “ellos” les conviene que usted sea un idolatra; porque “ellos” se aprovechan de esto, viven de esto, ganan dinero con esto y no les importa en lo absoluto lo que le pase a usted, lo que le pase a su alma, si su espíritu se pierde en las tinieblas y si su vida, y la de su herencia queda destruida en la oscuridad por la eternidad.
Lo primero que usted debe saber es que el enemigo, no pierde oportunidad para atacar su vida, atormentar al incauto y doblegar a los débiles de fe para hacerlos dóciles a sus pretensiones. Para ello envía espíritus, entidades y demonios a que hagan ese trabajo. Y esto tiene su fundamento, en la necesidad del hombre por tres cosas:
1a.- Protección: El hombre necesita buscar que algo superior le proteja. Sentirse protegido.
Es increíble la capacidad que tiene el hombre para creer con mayor facilidad en aquellas cosas que son “malas”, por encima de las cosas “buenas”. Piensan primero en la tragedia, la catástrofe, el desastre, la desgracia, el infortunio, la desdicha, la fatalidad, lo siniestro, la adversidad, los accidentes antes que en la dicha, el bienestar, la prosperidad, la ventura, la fortuna, la alegría, la bonanza, la satisfacción, la felicidad y la salvación. Y es allí donde el enemigo se da banquete. Fíjese en lo siguiente ¿Qué es lo primero que le dice un brujo, cuando usted va a las llamadas “consultas”?
La respuesta es casi que automática y cuenta con un modelo estándar para todo el mundo: “Que usted ha recibido un daño, que alguien le puso un mal, que usted porta un demonio o un muerto encima, que alguien le quiere ver muerto”.
Nunca, jamás le van a decir que usted está bien, para ellos Usted siempre tendrá “algo que lo acecha”. Y esa respuesta tiene el propósito de asustarle, amedrentarle, y que usted se vea obligado, a pedir su “Protección”. Entonces, ¿qué es lo primero que le van a ofrecer? “Protegerlo del mal”.
Como diría mi abuelita: ¿zamuro cuidando carne?
2a.- Revelación a lo desconocido: El hombre necesita saber que hay en su futuro.
El hombre ha buscado por siempre conocer todo aquello que hay en su destino, explorar lo inexplorado, expectante del porvenir, él siempre quiere saber todo lo que su falta de fe no le ha permitido entender. Una “revelación” va más allá de la adivinación o la predicción ya que persigue el conocimiento de lo que va a suceder, como, cuando y los involucrados.
La hechicería se vale de esta necesidad para mantenerlo siempre “interesado” de lo que está por suceder, y Usted debe saber que el demonio no tiene esta facultad (solo Dios conoce su destino), pero le engaña para hacerle creer que sí. El hechicero, agorero, adivino, se vale de todo tipo de artificios como cartas, lectura del tabaco, del café, de cocos y pare de contar, para hacerle creer que le “revelará su futuro”.
Como diría mi abuelita: ¡No hay peor ciego, que el que no quiere ver!
3a.- El Poder: El hombre añora tener “poder”. Sentirse poderoso, superior.
El poder le da un sentido extra de autoestima, le hace sentir “superior”. El “poder” le da la capacidad de influenciar o controlar a los demás, de repartir recompensas e impartir castigos, de estar casi por encima de las circunstancias y ser la autoridad suprema reconocida.
Que su poder le da jerarquía, y esa jerarquía le hace privilegiado. Es por ello que mientras más collares de santería tengas, mayor es tu rango. Algo así como el papa, el obispo y el sacerdote, con escalafones jerárquicos de poder como existen en el ejército, y cada uno determinado por un grado de “poder”. La brujería le vende la idea, de que Usted posee un “poder sobrenatural”, que le hace superior a cualquier mortal.
Como diría mi abuelita: ¡Dale poder a un hombre y sabrás quien es!
Estas tres necesidades del hombre: protección, revelación a lo desconocido y el poder, son las herramientas que utiliza el oscurantismo para apoderarse de usted y con ellas, arrastrarlo mansamente a un camino de idolatría devastador. Básicamente la fórmula es: infundirle temor a lo desconocido para ofrecerle protección, luego le revelan el camino que debe tomar y como evitarlo, y terminan haciendo alarde del poder que estos han alcanzado y que le aseguran Usted también tendrá si le siguen fielmente
La mayoría de los llamados “líderes religiosos” le inducen y manipulan con estas tres premisas, porque ellos viven de estos “servicios”. Y no crea usted que estos “servicios” son gratis, todos tienen costos monetarios y espirituales. A usted le van a cobrar dinero por cada protección, por cada adivinación y por cada cuota de poder. De los costos monetarios es posible que algún día se recupere, pero de los espirituales no le aseguro nada.
Ahora yo le pegunto ¿Usted cree que Dios no le protege? Conozca esta declaración de Dios: “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6 ¿quiere más protección que esta?
¿Usted cree que Dios no conoce su futuro? Entérese de esta revelación: “Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas” Proverbios 5:21 ¿quiere saber más de su futuro?
¿Usted cree que Dios no le ha entregado poder? Si no lo sabe, Jesús nos hizo esta promesa: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.” Juan 14:12 ¿quiere tener más poder que este?
Dios le ama tanto que le protege desde antes de nacer, y desde su nacimiento le entrego un camino de dicha y felicidad, porque usted representa lo más importante de su creación, por tanto le entrego poder sobre todo lo que creo. Entonces, ¿qué justificación tiene Usted para buscar otros dioses e idolatrarlos?
Jehová advirtió a Moisés así:
“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” Deuteronomio 18:9-12
Jehová advirtió a Jeremías así:
“Y vosotros no prestéis oído a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia. Porque ellos os profetizan mentira, para haceros alejar de vuestra tierra, y para que yo os arroje y perezcáis.” Jeremías 27:9-10
Es por ello que Jehová escarmienta sin clemencia al que le ofende, y más al que le sirve con Idolatría a dioses ajenos:
“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.” Deuteronomio 13:1-5
Como le decía, no se trata de atemorizarlo, sino de fortalecerlo en el conocimiento de la palabra y que esta, le haga reflexionar antes de caer en ofensa a Dios. ¿Usted quiere saber que hacer? Pues, sea fiel a Dios y renuncie a los ídolos como le aconseja la palabra:
"Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego". Deuteronomio 7:5
Un último y el más importante de los consejos: no basta con renunciar a la hechicería, la brujería y la idolatría, ¡es necesario aceptar a Dios en su vida y en su corazón!
Si algo me preocupa enormemente, es la idolatría que se ha extendido peligrosamente en el mundo de hoy y que transciende la naturaleza religiosa. La idolatría que viene creciendo en el último tiempo, se presenta como un verdadero reto para los apóstoles, pastores, evangelistas, maestros y profetas cristianos, el llamado es a derribar lo que se levanta como la nueva idolatría: El culto, la veneración y la reverencia al hombre.
El exacerbado fanatismo hacia personas famosas o exitosas, a deportistas, a cantantes y grupos musicales, el culto a organizaciones y líderes políticos e incluso la veneración y reverencia a organizaciones terroristas ejecutores de maldad, sobrepasa los límites de la perdición y la perversidad del hombre, dejando al desnudo su falta de fe, su desesperanza y el desconocimiento que tienen de Jesús, de su obra y del propósito para sus vidas.
Dice la palabra: “No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos;” Proverbios 24:1 Este es un sabio consejo que nos dejó Salomón, porque no todo hombre es digno de admiración.
El llamado socialismo del siglo XXI, el pensamiento guerrillero de las FARC, el movimiento zapatista, la izquierda sandinista entre muchas otras organizaciones y líneas de pensamiento, se han dedicado a deformar sistemáticamente la vida, obra y propósito de Jesús, desvirtuándola en una supuesta “lucha de clases” (como la planteada por Karl Marx), donde levantan la bandera de Jesús como el “precursor” de una revolución contra los llamados “sistemas imperialistas”. ¡Nada más lejos de la realidad!
La manipulación planificada y el uso del poder para la imposición de estas ideas, han deteriorado las corrientes políticas de gran parte de la América Latina, promoviendo la idolatría del pueblo sobre la figura de hombres como El Che Guevara, Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Lula Da Silva, Rafael Correa y pare de contar, que más allá de lo bueno o malo de sus gestiones, y sin ánimo de juzgar o criticar sobre la realidad de sus intenciones, se han prestado para impulsar y consolidar este modelo de Idolatría a lo largo del continente.
Estos personajes se han encargado de promover la veneración y el culto en torno a sus imágenes, promoviendo la veneración al hombre y hasta a los partidos políticos que sustentan sus ideales. No en vano vemos sus rostros en vallas publicitarias, libros, paredes, cuadros y hasta en llaveros. Hacia donde voltees allí están sus caras, una maquinaria voraz que tiene como fin, el que usted piense en ellos sin cesar.
Y esta estrategia del enemigo le ha permitido ganar terreno, y como cristianos debemos saber que esto está pasando en nuestras narices y no hemos accionado (me incluyo). ¿cuantas personas no se han tatuado sus cuerpos con los nombres, rostros y símbolos de estos falsos profetas? Incluso hermanos de fe se han dejado arrastrar mansamente a este sistemático modelo de idolatría.
A quienes tienen y han tenido el destino de los pueblos de América en sus manos, les recuerdo lo que Dios más aborrece, si es que alguno de ellos cree en Dios:
“Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente. El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal. El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”. Proverbios 6:16-19
En Venezuela por ejemplo, la práctica de la idolatría y el culto a la figura de Hugo Chávez ha llegado a los límites del fanatismo religioso. Se ha hecho cotidiano el encenderle velas e incluirlo en los rituales espiritistas, santeros y paganos de adoración, donde le piden de rodillas e incluso lo reverencian como a un dios. La intransigencia de sus seguidores, les ha llevado a pintar en plazas públicas a Chávez por encima de Dios. Hoy le hacen llamar el "Comandante Eterno" ¡La blasfemia se ha apoderado de sus corazones!
Desconozco la magnitud de los rituales de veneración y culto que se manifiestan en el resto de América Latina. Pero debo suponer que no distan mucho, de lo que Venezuela padece. Es lamentable que naciones como México, Nicaragua, Cuba, Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina y quien sabe cuantas más, estén sumidas en la idolatría doctrinaria de sus lideres.
Como cristiano tengo la obligación de alertar sobre las consecuencias de estas actividades, de la ofensa que se está haciendo sin el mínimo temor a Dios, de la blasfemia contra su nombre, conforme está escrito en la palabra:
“Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera” Levítico 24:16
Estemos alertas a las estrategias del enemigo. Levántate contra lo que es ofensa a Dios ¡La Victoria esta en nuestras manos!
El exacerbado fanatismo hacia personas famosas o exitosas, a deportistas, a cantantes y grupos musicales, el culto a organizaciones y líderes políticos e incluso la veneración y reverencia a organizaciones terroristas ejecutores de maldad, sobrepasa los límites de la perdición y la perversidad del hombre, dejando al desnudo su falta de fe, su desesperanza y el desconocimiento que tienen de Jesús, de su obra y del propósito para sus vidas.
Dice la palabra: “No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos;” Proverbios 24:1 Este es un sabio consejo que nos dejó Salomón, porque no todo hombre es digno de admiración.
El llamado socialismo del siglo XXI, el pensamiento guerrillero de las FARC, el movimiento zapatista, la izquierda sandinista entre muchas otras organizaciones y líneas de pensamiento, se han dedicado a deformar sistemáticamente la vida, obra y propósito de Jesús, desvirtuándola en una supuesta “lucha de clases” (como la planteada por Karl Marx), donde levantan la bandera de Jesús como el “precursor” de una revolución contra los llamados “sistemas imperialistas”. ¡Nada más lejos de la realidad!
La manipulación planificada y el uso del poder para la imposición de estas ideas, han deteriorado las corrientes políticas de gran parte de la América Latina, promoviendo la idolatría del pueblo sobre la figura de hombres como El Che Guevara, Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Lula Da Silva, Rafael Correa y pare de contar, que más allá de lo bueno o malo de sus gestiones, y sin ánimo de juzgar o criticar sobre la realidad de sus intenciones, se han prestado para impulsar y consolidar este modelo de Idolatría a lo largo del continente.
Estos personajes se han encargado de promover la veneración y el culto en torno a sus imágenes, promoviendo la veneración al hombre y hasta a los partidos políticos que sustentan sus ideales. No en vano vemos sus rostros en vallas publicitarias, libros, paredes, cuadros y hasta en llaveros. Hacia donde voltees allí están sus caras, una maquinaria voraz que tiene como fin, el que usted piense en ellos sin cesar.
Y esta estrategia del enemigo le ha permitido ganar terreno, y como cristianos debemos saber que esto está pasando en nuestras narices y no hemos accionado (me incluyo). ¿cuantas personas no se han tatuado sus cuerpos con los nombres, rostros y símbolos de estos falsos profetas? Incluso hermanos de fe se han dejado arrastrar mansamente a este sistemático modelo de idolatría.
A quienes tienen y han tenido el destino de los pueblos de América en sus manos, les recuerdo lo que Dios más aborrece, si es que alguno de ellos cree en Dios:
“Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente. El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal. El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”. Proverbios 6:16-19
En Venezuela por ejemplo, la práctica de la idolatría y el culto a la figura de Hugo Chávez ha llegado a los límites del fanatismo religioso. Se ha hecho cotidiano el encenderle velas e incluirlo en los rituales espiritistas, santeros y paganos de adoración, donde le piden de rodillas e incluso lo reverencian como a un dios. La intransigencia de sus seguidores, les ha llevado a pintar en plazas públicas a Chávez por encima de Dios. Hoy le hacen llamar el "Comandante Eterno" ¡La blasfemia se ha apoderado de sus corazones!
Desconozco la magnitud de los rituales de veneración y culto que se manifiestan en el resto de América Latina. Pero debo suponer que no distan mucho, de lo que Venezuela padece. Es lamentable que naciones como México, Nicaragua, Cuba, Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina y quien sabe cuantas más, estén sumidas en la idolatría doctrinaria de sus lideres.
Como cristiano tengo la obligación de alertar sobre las consecuencias de estas actividades, de la ofensa que se está haciendo sin el mínimo temor a Dios, de la blasfemia contra su nombre, conforme está escrito en la palabra:
“Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera” Levítico 24:16
Estemos alertas a las estrategias del enemigo. Levántate contra lo que es ofensa a Dios ¡La Victoria esta en nuestras manos!
Yo también me hice hace muchos años esa pregunta.
Cuando empecé a escribir sobre este tema, sabía que de una manera u otra, iba a herir susceptibilidades, que iba a derrumbar creencias, que iba a impactar de alguna forma su vida. Pero es mi deber revelar lo que Dios me ha mostrado, para no dejar caer en las redes del enemigo, al incauto.
Sé que incluso cristianos afianzados en la palabra puedan quizás sentirse inquietos y deben en este instante, estar hurgando dentro de su corazón, para ver si de alguna manera han dejado espacio al enemigo para anidar idolatría.
De ninguna manera, he tenido intención de atemorizarlo o amedrentarlo, esas son tácticas del oscurantismo. Yo solo pretendo mostrarle la verdad, aunque resulte incómoda para muchos.
A todos encanta cuando la Biblia le habla de que recibirán innumerables bendiciones de parte de Dios, pero cuando le hablan del castigo por sus ofensas o la pérdida de su alma por la perversidad de sus actos se perturba.
Pues la Biblia no es para que se ajuste a lo que usted cree, es usted el que debe ajustarse a lo que la palabra le enseña, porque Dios quiere siempre lo mejor para usted y todo lo que hace es bueno.
Dice la palabra: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.” Eclesiastés 3:14 Eso debe ser así, así debe llevarlo en su corazón.
El temor a Dios nace en el respeto a Dios, él no quiere que usted se pierda en caminos de oscuridad, él quiere que usted sea luz para el mundo. Pero como Padre que nos ama y quiere lo mejor para nosotros debe ser firme en su palabra, él siempre le habla claro para que le entienda:
"¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios." 1 Corintios 6:9-10 (NVI)
Pero no tema, si hay esperanza. Si usted siente que de alguna manera ofendió a Dios con imágenes e idolatría, sepa que si hay perdón, sólo si hay un verdadero arrepentimiento en su corazón. Recuerda cuando le dije que usted no era el único que había sido engañado, conmigo también lo hicieron. Pero el Señor me dio la oportunidad de acercarme a él y conocer los caminos de salvación, por medio de una verdadera vida en Cristo Jesús.
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11 (NVI)
Porque sin esperanza no es posible redimirse de las culpas y Dios es siempre una fuente de oportunidad, el único capaz de perdonar sus ofensas y romper con las cadenas del pecado, él es el perdonador por excelencia:
“Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón. ¡Dichoso el que siempre teme al Señor! Pero el obstinado caerá en la desgracia.” Proverbios 28:13-14 (NVI)
Dejo a usted la bendición que el Apóstol Pablo dejo a los romanos:
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Romanos 15:13
Lo espero en nuestro siguiente estudio bíblico
Cuando empecé a escribir sobre este tema, sabía que de una manera u otra, iba a herir susceptibilidades, que iba a derrumbar creencias, que iba a impactar de alguna forma su vida. Pero es mi deber revelar lo que Dios me ha mostrado, para no dejar caer en las redes del enemigo, al incauto.
Sé que incluso cristianos afianzados en la palabra puedan quizás sentirse inquietos y deben en este instante, estar hurgando dentro de su corazón, para ver si de alguna manera han dejado espacio al enemigo para anidar idolatría.
De ninguna manera, he tenido intención de atemorizarlo o amedrentarlo, esas son tácticas del oscurantismo. Yo solo pretendo mostrarle la verdad, aunque resulte incómoda para muchos.
A todos encanta cuando la Biblia le habla de que recibirán innumerables bendiciones de parte de Dios, pero cuando le hablan del castigo por sus ofensas o la pérdida de su alma por la perversidad de sus actos se perturba.
Pues la Biblia no es para que se ajuste a lo que usted cree, es usted el que debe ajustarse a lo que la palabra le enseña, porque Dios quiere siempre lo mejor para usted y todo lo que hace es bueno.
Dice la palabra: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.” Eclesiastés 3:14 Eso debe ser así, así debe llevarlo en su corazón.
El temor a Dios nace en el respeto a Dios, él no quiere que usted se pierda en caminos de oscuridad, él quiere que usted sea luz para el mundo. Pero como Padre que nos ama y quiere lo mejor para nosotros debe ser firme en su palabra, él siempre le habla claro para que le entienda:
"¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios." 1 Corintios 6:9-10 (NVI)
Pero no tema, si hay esperanza. Si usted siente que de alguna manera ofendió a Dios con imágenes e idolatría, sepa que si hay perdón, sólo si hay un verdadero arrepentimiento en su corazón. Recuerda cuando le dije que usted no era el único que había sido engañado, conmigo también lo hicieron. Pero el Señor me dio la oportunidad de acercarme a él y conocer los caminos de salvación, por medio de una verdadera vida en Cristo Jesús.
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11 (NVI)
Porque sin esperanza no es posible redimirse de las culpas y Dios es siempre una fuente de oportunidad, el único capaz de perdonar sus ofensas y romper con las cadenas del pecado, él es el perdonador por excelencia:
“Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón. ¡Dichoso el que siempre teme al Señor! Pero el obstinado caerá en la desgracia.” Proverbios 28:13-14 (NVI)
Dejo a usted la bendición que el Apóstol Pablo dejo a los romanos:
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Romanos 15:13
Lo espero en nuestro siguiente estudio bíblico