Esta enseñanza es para usted que se está iniciando en los caminos de Dios.
Entre las primeras cosas en las que usted debe formarse, más allá de la dicha que representa vivir para Dios, está el aprender a reconocer a los engañadores que manipulan la fe, aquellos que se atribuyen el hablar “en el nombre de Dios”, que se hacen acreedores de la verdad porque Dios les “dijo” y que están “autorizados” por Dios para comunicar su palabra e incluso los más desvergonzados, “pronostican” cosas que según ellos sucederán a futuro porque “Dios se lo mando en sueños”, es decir, ellos son unos “enviados de Dios”.
Pues de esos charlatanes, manipuladores y estafadores está lleno el mundo, pero eso no es lo más peligroso. Mateo 7:15 dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”
Ciertamente, lo más preocupante es cuando se hacen pasar por un cordero, por un “hombre de Dios”, cuando realmente es un lobo “mercenario” que va a aprovecharse de su fe y de su buen corazón, usted que apenas se inicia en los caminos del Señor, y que no está afianzado aún en la roca que es nuestro Dios, es un blanco fácil para sus artimañas que sólo persiguen lucro, dinero y posición.
Y digo peligroso porque por lo general, este tipo de engaños que no son más que tretas del enemigo para alejarlo de su propósito en Dios, terminan por lograr su objetivo que no es más que desmotivarlo, alejarlo, apartarlo del camino apagando la llama que el Espíritu Santo había encendido en usted, haciéndolo perder todo interés por escudriñar lo que Dios busca en usted. Y al final usted se siente engañado, frustrado, defraudado, utilizado.
Y usted se preguntará ¿Cómo reconocerlos? ¿Cómo evito que esto me pase a mí? En Dios y en su palabra está siempre la respuesta. “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Mateo 7:8
Sepa usted que nadie puede adjudicarse la verdad de Dios. Escrito está en Juan 14:6, Jesús nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. El único camino, la única verdad, y el único que da vida es Jesús. Y es a través de él que se puede acceder al Padre, no hay otro, no hay atajos, solo hay un camino: Jesús.
Así que esa frase que dice: “todos los caminos conducen a Roma” no se aplican para su salvación; aquello que ha escuchado sobre que “todas las religiones buscan al mismo dios” es falso y vea que le coloco “dios” con “d” minúscula porque Dios con "D" mayúscula hay solo uno: Jehová (Así se llama Dios). Y no está de más decir, que ser cristiano no es una religión, es un modo de vida sustentado en la fe en Cristo, y para ello solo hay un camino y escrito está: es por medio de Jesús.
Pero no nos distraigamos del tema. Usted jamás debe confundir la obra de Dios con la obra del hombre, ni el hombre podrá jamás confundir su obra como obra de Dios, porque el hombre fue creado para servir a Dios y no para que Dios le sirva a él. Y si no fuera por Dios, ninguna obra en su vida existiera porque es Dios quien le provee y el único que le da talentos.
Ahora bien, para estar vigilantes de lo que el enemigo busca de nosotros, debemos primero que nada identificar al enemigo, por tanto debemos saber que es un mercenario. Un mercenario es por definición: un profesional con formación militar, que participa o lucha por dinero de manera particular en un país extranjero. También se llama mercenarios a las personas que trabajan o actúan a cambio de dinero o de un beneficio personal, sin ninguna motivación política, filosófica, ideológica o religiosa. En estos términos, es todo lo opuesto a un patriota. Un mercenario de la fe es entonces el que “cede los elementos espirituales, morales o afectivos por ventajas económicas y sociales para su propio beneficio”.
En la Biblia encontrará una inmensa cantidad de relatos que denuncian a estos mercenarios, a los engañadores que quieren hablar a nombre de Dios, falsos pastores, falsos apóstoles, falsos profetas. Lo que quiere decir que esto no es algo nuevo. El gran profeta Ezequiel relata en el capítulo 34 de su libro, en los versículos del 2 al 5 (NVI), su profecía contra los falsos pastores de Israel:
"Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes".
Fíjese que Dios los reconoció de inmediato, le daré algunos detalles que Dios puso al descubierto para alertar a Ezequiel y que le advertirán a usted, para que no se deje engañar:
1.- Lo primero que le dice Jehová para diferenciar al buen pastor del falso, es: “Ay de ustedes pastores…que sólo se cuidan a sí mismos”, incluso les pregunta: ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Y en el versículo 8 les recrimina: “Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos pero no de mis ovejas”.
He allí una particular cualidad que debe poseer todo Pastor: sus ovejas son la prioridad. En el evangelio de Juan 10:11 Jesús nos enseña: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”.
En el evangelio de Lucas 15:4-5, Jesús nos muestra cual es la condición del “Buen Pastor” con la parábola de la oveja perdida:
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre su hombro gozoso.
Y aunque la revelación original de esta historia, ha sido enfocada siempre al regocijo que sobreviene cuando la oveja descarriada regresa al rebaño, yo le ofrezco una revelación adicional (y que la gloria sea para Dios): “no desestime la dedicación del Pastor por cada una de las ovejas, porque he allí su verdadero propósito, su verdadero compromiso con su rebaño”.
Si usted no encuentra esta cualidad en su Pastor, ¡huya! porque ese es un lobo mercenario que solo quiere aprovecharse de su fe.
2.- Otro detalle que usted debe aprender, es la crítica que con vehemencia hace Jehová por la forma ostentosa en la que viven estos pastores: "Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño".
Cuando se trabaja para Dios las recompensas vienen por añadidura, no se hace obra esperando ser premiado, para vivir en opulencia, para sentirse poderoso y mucho menos tener la fe como un medio para ganar dinero. Ni el ego, ni la avaricia agradan a Dios. Si usted ve estas señales, este atento a las advertencias para no caer en engaños de los que afirman tener fe en Dios, pero aun así, se comen la carne y beben la sangre del hombre con la voracidad del lobo.
3.- Con los detalles que le he mostrado, ya usted es capaz de determinar cómo es su Pastor. Si el que dice ser su pastor “No fortalece a la oveja débil, no cuida de la enferma, ni cura a la herida; no va por la descarriada ni busca a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia” ¿Qué le indica su criterio?
La palabra de Dios siempre nos muestra el camino. Y fíjese que Dios reconoce con gran preocupación las consecuencias: “Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes”.
Es que Dios todo lo sabe, por eso su palabra nunca pierde vigencia. Permítame seguir desenmascarando al enemigo, como lo hizo el apóstol Pablo en 2ª de Corintios 11:13-15
“Porque estos falsos apóstoles, son obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. Así que, no es mucho si sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.”
Si usted ha oído sobre el anticristo y cree que eso es una película de cine, perdone que se lo diga pero usted es por demás inocente. Cuando Pablo dice: “…Satanás se transfigura en ángel de luz. Así que, no es mucho si sus ministros se transfiguran como ministros de justicia” nos está diciendo que “sus ministros” o anticristos se ocultan y “transfiguran como ministros de justicia” es decir, se hacen pasar por hijos de Dios. “son obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo”
Estos son los mercenarios de la fe más peligrosos de todos, porque estos conocen la palabra de Dios tanto como el cristiano, como el pastor, como el maestro, como el profeta; y son capaces de manipularla y darle el sentido que satisfaga sus propios intereses. Estos son los que se atribuyen el hablar “en el nombre de Dios”. Déjeme decirle que Dios no necesita que nadie hable por él, cuando él quiere decir algo, tenga la seguridad que lo escuchará claro y fuerte.
Aquellos que piensan que conocen la obra de Dios y son capaces de proclamarla a otros, con bombos y platillos mientras le miran por encima de su hombro, son ignorantes que están llenos de soberbia. Tales personas no tienen el testimonio de Dios en su corazón y por ello, sucumben en su propia arrogancia.
El apóstol Juan también lo explica “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo” 1ª de Juan 2:22.
Por ello usted debe estudiar la palabra de Dios, conocerla, vivir en ella. Cuando usted tiene Identidad en Dios, nada ni nadie podrá manipularle por su palabra y usted será capaz de identificar al enemigo, mucho antes de que piense engañarlo.
Otra forma que usted tiene de reconocer a los mercenarios de la fe, es la que muestra Jesús cuando dice “por sus frutos los conoceréis” Mateo 7:20. Esta es una manera simple de identificar al enemigo, ser perspicaz le dará más resultados de lo que usted cree, porque un árbol de manzanas jamás le dará uvas. Además, algo que es difícil de ocultar, es un corazón repleto de avaricia. El hombre avaricioso se hace conocer.
El Señor alerto siempre sobre los falsos profetas, en Mateo 24:4-5 nos dice: “Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”.
Y habla de las secuelas que esta mala semilla trae consigo: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Mateo 24:11-12.
Pero Jesús nos dio el antídoto, él más que nadie sabe cómo cuidar a su rebaño: "Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo". Mateo 24:13
Y usted se peguntara, ¿Cuál es el destino de aquel que intenta engañar al prójimo a nombre de Dios? Pues, recuerde que Dios es siempre justo y su justicia es implacable.
En Deuteronomio 18:20 Jehová habla al respecto: “El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá”.
Y advierte como debes reconocer al que Dios ha escogido como profeta, a diferencia de los que no lo son:
“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él”. Deuteronomio 18:21-22
Para finalizar, debo indicarle que los profetas no son adivinos al servicio de Dios para mostrarles su futuro. De eso se vale la idolatría para embaucarlo en la creencia de falsos dioses. Pero ese es otro tema del que recibirá enseñanza cuando lea "La Mayor de las Ofensas". Los profetas están al servicio del Señor como está escrito: “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare”. Deuteronomio 18:18
Lo importante, es que desde el momento que usted acepto a Dios como su único y suficiente salvador, lo único que usted debe saber de su futuro, es que el Señor anoto su nombre y apellido, en letras de oro en el libro de la vida para siempre.
Es por ello que él le habla directo a su corazón y una vez que Dios entra en él, nada puede derribarlo, nadie podrá engañarlo, nadie podrá aprovecharse de usted, porque usted hará sólo lo que le dicte su corazón y al hacerlo sentirá Paz y Alegría, entonces sabrá que proviene de Dios.
Lo espero en la siguiente enseñanza: "Cuida tu Semilla"
Estudio realizado por Eduardo Manrique /Autor de: Los Mercenarios de la Fe / Dic 2020
Entre las primeras cosas en las que usted debe formarse, más allá de la dicha que representa vivir para Dios, está el aprender a reconocer a los engañadores que manipulan la fe, aquellos que se atribuyen el hablar “en el nombre de Dios”, que se hacen acreedores de la verdad porque Dios les “dijo” y que están “autorizados” por Dios para comunicar su palabra e incluso los más desvergonzados, “pronostican” cosas que según ellos sucederán a futuro porque “Dios se lo mando en sueños”, es decir, ellos son unos “enviados de Dios”.
Pues de esos charlatanes, manipuladores y estafadores está lleno el mundo, pero eso no es lo más peligroso. Mateo 7:15 dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”
Ciertamente, lo más preocupante es cuando se hacen pasar por un cordero, por un “hombre de Dios”, cuando realmente es un lobo “mercenario” que va a aprovecharse de su fe y de su buen corazón, usted que apenas se inicia en los caminos del Señor, y que no está afianzado aún en la roca que es nuestro Dios, es un blanco fácil para sus artimañas que sólo persiguen lucro, dinero y posición.
Y digo peligroso porque por lo general, este tipo de engaños que no son más que tretas del enemigo para alejarlo de su propósito en Dios, terminan por lograr su objetivo que no es más que desmotivarlo, alejarlo, apartarlo del camino apagando la llama que el Espíritu Santo había encendido en usted, haciéndolo perder todo interés por escudriñar lo que Dios busca en usted. Y al final usted se siente engañado, frustrado, defraudado, utilizado.
Y usted se preguntará ¿Cómo reconocerlos? ¿Cómo evito que esto me pase a mí? En Dios y en su palabra está siempre la respuesta. “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Mateo 7:8
Sepa usted que nadie puede adjudicarse la verdad de Dios. Escrito está en Juan 14:6, Jesús nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. El único camino, la única verdad, y el único que da vida es Jesús. Y es a través de él que se puede acceder al Padre, no hay otro, no hay atajos, solo hay un camino: Jesús.
Así que esa frase que dice: “todos los caminos conducen a Roma” no se aplican para su salvación; aquello que ha escuchado sobre que “todas las religiones buscan al mismo dios” es falso y vea que le coloco “dios” con “d” minúscula porque Dios con "D" mayúscula hay solo uno: Jehová (Así se llama Dios). Y no está de más decir, que ser cristiano no es una religión, es un modo de vida sustentado en la fe en Cristo, y para ello solo hay un camino y escrito está: es por medio de Jesús.
Pero no nos distraigamos del tema. Usted jamás debe confundir la obra de Dios con la obra del hombre, ni el hombre podrá jamás confundir su obra como obra de Dios, porque el hombre fue creado para servir a Dios y no para que Dios le sirva a él. Y si no fuera por Dios, ninguna obra en su vida existiera porque es Dios quien le provee y el único que le da talentos.
Ahora bien, para estar vigilantes de lo que el enemigo busca de nosotros, debemos primero que nada identificar al enemigo, por tanto debemos saber que es un mercenario. Un mercenario es por definición: un profesional con formación militar, que participa o lucha por dinero de manera particular en un país extranjero. También se llama mercenarios a las personas que trabajan o actúan a cambio de dinero o de un beneficio personal, sin ninguna motivación política, filosófica, ideológica o religiosa. En estos términos, es todo lo opuesto a un patriota. Un mercenario de la fe es entonces el que “cede los elementos espirituales, morales o afectivos por ventajas económicas y sociales para su propio beneficio”.
En la Biblia encontrará una inmensa cantidad de relatos que denuncian a estos mercenarios, a los engañadores que quieren hablar a nombre de Dios, falsos pastores, falsos apóstoles, falsos profetas. Lo que quiere decir que esto no es algo nuevo. El gran profeta Ezequiel relata en el capítulo 34 de su libro, en los versículos del 2 al 5 (NVI), su profecía contra los falsos pastores de Israel:
"Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes".
Fíjese que Dios los reconoció de inmediato, le daré algunos detalles que Dios puso al descubierto para alertar a Ezequiel y que le advertirán a usted, para que no se deje engañar:
1.- Lo primero que le dice Jehová para diferenciar al buen pastor del falso, es: “Ay de ustedes pastores…que sólo se cuidan a sí mismos”, incluso les pregunta: ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Y en el versículo 8 les recrimina: “Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos pero no de mis ovejas”.
He allí una particular cualidad que debe poseer todo Pastor: sus ovejas son la prioridad. En el evangelio de Juan 10:11 Jesús nos enseña: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”.
En el evangelio de Lucas 15:4-5, Jesús nos muestra cual es la condición del “Buen Pastor” con la parábola de la oveja perdida:
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre su hombro gozoso.
Y aunque la revelación original de esta historia, ha sido enfocada siempre al regocijo que sobreviene cuando la oveja descarriada regresa al rebaño, yo le ofrezco una revelación adicional (y que la gloria sea para Dios): “no desestime la dedicación del Pastor por cada una de las ovejas, porque he allí su verdadero propósito, su verdadero compromiso con su rebaño”.
Si usted no encuentra esta cualidad en su Pastor, ¡huya! porque ese es un lobo mercenario que solo quiere aprovecharse de su fe.
2.- Otro detalle que usted debe aprender, es la crítica que con vehemencia hace Jehová por la forma ostentosa en la que viven estos pastores: "Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño".
Cuando se trabaja para Dios las recompensas vienen por añadidura, no se hace obra esperando ser premiado, para vivir en opulencia, para sentirse poderoso y mucho menos tener la fe como un medio para ganar dinero. Ni el ego, ni la avaricia agradan a Dios. Si usted ve estas señales, este atento a las advertencias para no caer en engaños de los que afirman tener fe en Dios, pero aun así, se comen la carne y beben la sangre del hombre con la voracidad del lobo.
3.- Con los detalles que le he mostrado, ya usted es capaz de determinar cómo es su Pastor. Si el que dice ser su pastor “No fortalece a la oveja débil, no cuida de la enferma, ni cura a la herida; no va por la descarriada ni busca a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia” ¿Qué le indica su criterio?
La palabra de Dios siempre nos muestra el camino. Y fíjese que Dios reconoce con gran preocupación las consecuencias: “Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes”.
Es que Dios todo lo sabe, por eso su palabra nunca pierde vigencia. Permítame seguir desenmascarando al enemigo, como lo hizo el apóstol Pablo en 2ª de Corintios 11:13-15
“Porque estos falsos apóstoles, son obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. Así que, no es mucho si sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.”
Si usted ha oído sobre el anticristo y cree que eso es una película de cine, perdone que se lo diga pero usted es por demás inocente. Cuando Pablo dice: “…Satanás se transfigura en ángel de luz. Así que, no es mucho si sus ministros se transfiguran como ministros de justicia” nos está diciendo que “sus ministros” o anticristos se ocultan y “transfiguran como ministros de justicia” es decir, se hacen pasar por hijos de Dios. “son obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo”
Estos son los mercenarios de la fe más peligrosos de todos, porque estos conocen la palabra de Dios tanto como el cristiano, como el pastor, como el maestro, como el profeta; y son capaces de manipularla y darle el sentido que satisfaga sus propios intereses. Estos son los que se atribuyen el hablar “en el nombre de Dios”. Déjeme decirle que Dios no necesita que nadie hable por él, cuando él quiere decir algo, tenga la seguridad que lo escuchará claro y fuerte.
Aquellos que piensan que conocen la obra de Dios y son capaces de proclamarla a otros, con bombos y platillos mientras le miran por encima de su hombro, son ignorantes que están llenos de soberbia. Tales personas no tienen el testimonio de Dios en su corazón y por ello, sucumben en su propia arrogancia.
El apóstol Juan también lo explica “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo” 1ª de Juan 2:22.
Por ello usted debe estudiar la palabra de Dios, conocerla, vivir en ella. Cuando usted tiene Identidad en Dios, nada ni nadie podrá manipularle por su palabra y usted será capaz de identificar al enemigo, mucho antes de que piense engañarlo.
Otra forma que usted tiene de reconocer a los mercenarios de la fe, es la que muestra Jesús cuando dice “por sus frutos los conoceréis” Mateo 7:20. Esta es una manera simple de identificar al enemigo, ser perspicaz le dará más resultados de lo que usted cree, porque un árbol de manzanas jamás le dará uvas. Además, algo que es difícil de ocultar, es un corazón repleto de avaricia. El hombre avaricioso se hace conocer.
El Señor alerto siempre sobre los falsos profetas, en Mateo 24:4-5 nos dice: “Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”.
Y habla de las secuelas que esta mala semilla trae consigo: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Mateo 24:11-12.
Pero Jesús nos dio el antídoto, él más que nadie sabe cómo cuidar a su rebaño: "Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo". Mateo 24:13
Y usted se peguntara, ¿Cuál es el destino de aquel que intenta engañar al prójimo a nombre de Dios? Pues, recuerde que Dios es siempre justo y su justicia es implacable.
En Deuteronomio 18:20 Jehová habla al respecto: “El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá”.
Y advierte como debes reconocer al que Dios ha escogido como profeta, a diferencia de los que no lo son:
“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él”. Deuteronomio 18:21-22
Para finalizar, debo indicarle que los profetas no son adivinos al servicio de Dios para mostrarles su futuro. De eso se vale la idolatría para embaucarlo en la creencia de falsos dioses. Pero ese es otro tema del que recibirá enseñanza cuando lea "La Mayor de las Ofensas". Los profetas están al servicio del Señor como está escrito: “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare”. Deuteronomio 18:18
Lo importante, es que desde el momento que usted acepto a Dios como su único y suficiente salvador, lo único que usted debe saber de su futuro, es que el Señor anoto su nombre y apellido, en letras de oro en el libro de la vida para siempre.
Es por ello que él le habla directo a su corazón y una vez que Dios entra en él, nada puede derribarlo, nadie podrá engañarlo, nadie podrá aprovecharse de usted, porque usted hará sólo lo que le dicte su corazón y al hacerlo sentirá Paz y Alegría, entonces sabrá que proviene de Dios.
Lo espero en la siguiente enseñanza: "Cuida tu Semilla"
Estudio realizado por Eduardo Manrique /Autor de: Los Mercenarios de la Fe / Dic 2020